Arquitectura e interiorismo

Fotografía de arquitectura:
La fotografía de arquitectura se encarga de hacer tomas de los exteriores o interiores de edificios, de su estructura y de su acondicionamiento. En este tipo de fotografía se utiliza varias técnicas para depurar la fotografía y mantener el sujeto principal en primer plano.

Perspectivas: Mantener el conjunto de líneas de un edificio es un desafío constante para la fotografia de arquitectura. Si se fotografía el sujeto en picado o contrapicado, las líneas del edificio presentarán incoherencias y el conjunto de referencias verticales y horizontales, que son rectas, no lo serán más en la imagen. Para corregir estos defectos, se utiliza varios métodos complementarios.

Iluminación: El edificio es un sujeto fijo por tanto se debe buscar la mejor iluminación en el exterior. Si la estructura se encuentra a la sombra se tendrá que enfrentarse a una gran diferencia de luminosidad entre ésta y el cielo. En este caso es necesario encender una lámpara muy luminosa para otorgar la iluminación suficiente al edificio. En el interior, las ventanas con más luminosas que la habitación por sí misma. Para evitar la super-exposición de estas aperturas, el fotógrafo puede intentar usar una iluminación artificial como, por ejemplo, un flash o hacer una toma en HDR (High Dynamic Range).

Elementos indeseables: Para depurar la escena y hacer destacar el sujeto, se puede recurrir a varias opciones desde la toma de la imagen hasta el post-producción. En el interior, se debe prestar atención a todos los detalles que pudieran perjudicar la escena: una lámpara mal colocada, un mueble al revés, sombras muy fuertes, etc.

El retoque: Con el mismo propósito de depurar la escena, se pueden anular los elementos indeseables que no se pudo esquivar durante la toma. Asimismo, el retoque permite trabajar en la iluminación, los contrastes, los colores de la fotografía con el fin de hacer destacar el sujeto fotografiado.